"En aquellos días se consideraba que las novias que viesen a un deshollinador de camino a casarse, tendrían mucha suerte durante los siguientes años. Sin embargo, esa creencia no es sino una enorme tontería; nadie puede recibir suerte de quien lleva una vida tan desgraciada como la de un limpiachimeneas, obligado a respirar y masticar hollín todos los días de su vida."
No hay comentarios:
Publicar un comentario