martes, 24 de octubre de 2017

La Puerta (III) Una trinidad de metales


III
Una trinidad de metales

¿Qué ocurriría si un día inesperado, una mañana cualquiera, el pomo de esa enigmática Puerta comenzara a moverse, revelándonos que algo o alguien, desde el otro lado, pretende abrirla?


Hasta donde yo sé, todas las Puertas tienen pomo, cerradura ancha y llave. Una trinidad de metales y otros materiales, sobre la que se sostiene el meticuloso y admirable oficio de varias familias artesanas que, desde el diseño sobre papel hasta la más delicada orfebrería, rematan su trabajo con solidez y buen gusto.
Debes saber que ni el pomo, ni la cerradura, ni la llave, te sirven para algo. Tres objetos completamente inútiles. Ni esa llave es la que corresponde a esa cerradura, ni esa cerradura cierra nada, ni el pomo te servirá para mover la Puerta. ¿Cómo le llamamos a eso? Teatro.
Debes saber que cualquier sentimiento de culpa que experimentes exactamente después de haber aceptado la existencia de la Puerta como una certeza, será razonable. Pero no debes martirizarte, pensando en cuánto tiempo has dejado pasar antes de tomarte las cosas en serio. Lo pasado, pasado está. Ahora, debes saber.
Debes saber que tú mismo puedes comprobar lo que yo, con absoluta seguridad en mis palabras, afirmo. Ve a tu casa, busca la Puerta. Coloca tu mano sobre el pomo. Seguro que quien eligió ese pomo lo hizo por una razón, ¿no crees? Y ahora gira la muñeca y con ella el pomo.
Es ahora cuando tú, desconocido y -sin embargo- apreciado lector, tienes derecho a estar enfadado; no ya contigo mismo, sino conmigo. Porque habrás comprobado que, en efecto, mi relato es veraz. Y te preguntarás, qué más se supone que debes conocer sobre la maldita Puerta. A lo que yo responderé con…
Debes saber que la cerradura que, en teoría, debiera servir para cerrar la Puerta, no sirve para nada.
Pero, sobre todas las cosas, si vas a ser uno de esos cretinos que creen que la mejor forma de saber qué se esconde tras la Puerta, es quitando la llave para mirar a través de la cerradura, debes saber que conozco unos cuantos sepulcros en el Cementerio de San Lázaro que opinan que no ha sido tu idea más brillante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario